miércoles, 29 de febrero de 2012

Esperando encontrar la luz

No siempre todo es tan simple, ni nada es tan complicado
Son palabras que la razón no entiende, pero el tiempo deja acontecer

Ciclones que sacuden nuestro techo, vendavales que supimos soportar.
Voces que no callaron y que hoy ya no escuchamos
Disturbios en el alma, y aun así seguimos de pie

La ruta es peligrosa, y el final no esta trazado aún
Las sombras querrán adueñarse del presente
El dolor es huésped en este lío, es tiempo de dejarlo ir.

Hoy únicamente te pido que confíes. Que tomes mi mano y reces por ambos.
Caminemos en la oscuridad, esperando encontrar la luz.

domingo, 12 de febrero de 2012

En este verano...

Es en este verano en el que uno pudo ver,
que aunque el sol pegue fuerte, se esconda o se apague,
siempre estuvo alli, pendiente de todo,
siempre supo cual era el destino que vendria.

Todo fue obra del desencuentro,
de ese eterno desesperar en el que uno se suma,
cuando se tiene el panico de no saber la verdad.
De construir realidades acerca de falacias,
ese alter-ego entre el orgullo y el extrañar.

Pero era en este verano en el que uno pudo ver,
el armonioso contorno de un futuro,
poco definido, pero lleno de dicha.
La esperanza vuelta a la vida,
la prosa y la cancion, nuevamente a flote,
y la inmensidad del cosmos, pronto a ser descubierto.

Al fin y al cabo después de cada ocaso siempre hubo un nuevo amanecer.

sábado, 11 de febrero de 2012

Rertato de una calma aparente IV

Harto, cansado, agoviado de no encontrar la calma tomé valor y decidi enfrentar esos sueños, esas realidades. Al encontrarla en ese trance, como ya volvia a suceder rutinariamente, decidí afrontar esa incertidumbre. Moverme aunque mis músculos se petrifiquen, gritar aunque me quieran enmudecer, eso fue lo que pude hacer al fin, y así abandonar esa agonía constante, ese olvido distante, esa realidad que me azotaba diariamente. Y ella que se encontraba delante mio sin decir nada, seguía sin hacerlo. Pero esta vez la vi esbozar una sonrisa en su rostro, y no necesitaba nada mas que eso para darme cuenta que había cambiado mi realidad, pero de ninguna manera mi sueño.
La calma verdadera no se debe buscar, no se debe caer en la acción desesperada de querer encontrarla. La tranquilidad es una sensación que el tiempo, los sueños y las realidades hacen que progresivamente todo vuelva a tener un rumbo fijo, ya no aparente. Probablemente ese haya sido el fin del sueño, realmente no lo recuerdo, pero ya todo iba a estar mejor.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Retrato de una calma aparente III

Finalmente pude encontrar la calma verdadera, o quizás todavía no había llegado, pero estaba experimentando una trancision a la tranquilidad. Si de algo estaba realmente seguro era de eso
Todo empezaba a tomar un poco mas de color, ya lo "sueños" dejaron de atormentarme. Ya no se trataban de esa misma situación, de ese mismo error, de ese constante lamento. Poco a poco y sin darme cuenta fueron abandonando mi pensar esas ideas, y yo comenzaba a sentirme realmente bien, ¿sabes?.
Al recostarme y tratar de dormir, progresivamente fui abandonando ese pánico diario, como un perro asustado al que le dan comida después de mal tratarlo, con el rabo entre las patas y la cabeza gacha. Así fue como pude dejar atras ese miedo, y tratando de enfrentarlo con mi orgullo, que todo lo puede (o por lo menos eso pensaba).
Las mañanas eran algo agradable, me levantaba con la satisfacción de una trasnoche de descanso y sueño reconfortante, como debía ser, como siempre lo fue. Así fue como de a poco volvía a caminar denuevo sin temor alguno.
Pero ¿era esto también real?, era la famosa "calma que antecede al huracán" talvez, yo sabia que algo quedaba entrever, que algo no estaba todavía concluso. Sin embargo tapé todo con orgullo, cal, arena y cemento. Y a esperar que se seque. Sepulté por fin todo mal recuerdo (o por lo menos eso pensaba).
Yo tenia mis dudas, y no mucho después se convirtieron en certezas.
Las imágenes, las palabras, todo lo que creía muerto y apagado volvía a surgir en otra de esas realidades, en otro de esos sueños. Repentinamente esa noche volví a caer en ese trance. Así como el horror, la inquietud, el pánico a volver a volar, a volver a recordar. A volver a caer en el trance en el que caía antes, y en el que me vi inmerso en esta nueva oportunidad.
Es realmente asombroso como en un segundo puede cambiar absolutamente todo.
Pasar de la calma a la desesperación, del orgullo a la humildad, de pensar que uno entiende todo a no comprender absolutamente nada. Perder nuevamente el juicio, la moral. Volver a no encontrar la diferencia entre esperar y desesperar.
¿Como poder mantener la calma, o almenos tratar de encontrarla denuevo?. Talvez esa tranquilidad no me quiera encontrar, y trate que la desesperación se apodere de mi, y termine con lo poco que quedaba en pie de mi conciencia. O quizás realmente no exista esa calma y yo deba dejar de buscar.